Innovar, nuestra defensa contra las artes oscuras.
En una venezuela donde la política es una especie de arte oscura que todo el mundo, en especial los jóvenes, la relaciona directamente a la corrupción y el delito, el reto que nos debemos poner la dirigencia emergente del país es innovar ante esta realidad con el objetivo principal de borrar esta percepción y reconstruir el tejido social del país, incentivar la participación en la política y como fin último construir una sociedad más igual donde el bien común permita su crecimiento y competitividad.
Para esto debemos entender que la innovación no es una herramienta tecnológica sino un medio social para reconstruir, reutilizar y reconducir el destino del país y aunque hoy en día la tecnología marca pautas en el desarrollo de la humanidad esta no es más que un medio para conseguir objetivos con un profundo arraigo social. De igual manera innovar no es únicamente inventar una nueva herramienta sino también usar los medios ya existentes con el fin renovarlos y reutilizarlos para adaptarlos a la nueva realidad que vive la sociedad. En la política, la innovación es menos tecnológica y mucho más social, por ende tiene un carácter menos exclusivo o cerrado y apunta a ser más inclusiva, abierta y menos desigual para la sociedad.
La reconstrucción del tejido social venezolano hoy más que nunca es una necesidad, más aún después de estos 22 años donde la política venezolana se enmarco en un sistema polarizado donde la coalición dominante se encargó de rebanar el tejido social venezolano como cual charcutero rebana jamón y dandose resultados muy favorables para la imposición de su sistema autocrático y hegemónico. La tarea de quienes nos dedicamos a hacer política es enfocarnos en de nuevo entrelazar ese tejido social y comenzar así a construir una nueva estructura social con una visión más solidaria de los problemas cotidianos de su entorno y con mayor preocupación en cómo participar para resolverlos con fin de disminuir las brechas sociales que existen y conseguir el bien común.
Aunque la capacidad y creatividad de romper barreras impuestas por el sistema siempre debe ser nuestra primera estrategia también hay herramientas básicas que no podemos nunca abandonar para esta tarea, desde un discurso real, cordial, inclusivo,propositivo y con capacidad empírica para reconquistar la confianza, hasta aceptar el pasado como un hecho real y trabajar sobre ello para construir opciones y oportunidades, teniendo claro que esto se hace sobre los cimientos de estructuras que puedan aportar hacia lo que estamos buscando.
Innovar en definitiva es la capacidad de discrepar, de ingeniar y de construir nuestra mejor defensa contra las artes oscuras, debemos encaminarnos a una nueva realidad pero partiendo de lo que ya se tiene, no hace falta derribar toda las estructuras sociales, económicas o políticas pero si reformarlas con una visión periférica y amplia de la realidad y con los mejores ejemplos del mundo como referencia, porque al fin y al cabo Venezuela es particular en todos los sentidos. Simplemente hay que ser abierto a escuchar y aprender de todos para así entender cómo hacer que la sociedad sea menos desigual y así amalgamar esfuerzos hacia un mismo fin, qué es el desarrollo y calidad de vida para todos.
la innovación tecnológica también es fundamental, no hemos aprendido adaptarla en función del tejido social
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